Guta
La guta para seda al agua es una reserva más débil que la gutta a la gasolina no permitiendo muchas capas de color. La ventaja es que una vez fijada y lavada, desaparece con agua.Las gutas nacaradas recuerdan a la purpurina y las metalizadas aparecen en colores metálicos como el oro, la plata, el cobre, etc... Hay dos tipos de guta, la soluble en agua y la que es soluble con esencia F.
La guta es un producto para hacer reservas en la pintura de seda. La guta normalmente se aplica con un bote de plástico con un cierre a rosca acabado con punta. En la punta se enrosca una boquilla de metal con un orificio de salida de diferentes diámetros. En telas transparentes es recomendable usar filtros de orificio pequeño y cuando se trata de telas más gruesas y pesadas es recomendable una pluma de orificio más grande así la guta penetra bien. Para desatascar posibles cúmulos de gutta dentro de la pluma, cada una va acompañada de un hierro fino para tal efecto. También hay un formato de bote con forma de tubo para guta al agua donde se puede atornillar directamente la pluma, ideal para talleres y clases.
Antes de aplicar la guta, primero hay que lavar, secar y planchar debidamente la seda. Una vez aplicada la guta, ésta se seca, se endurece y crea una reserva que el tinte no puede penetrar cuando pintas encima la tela.
Las gutas transparentes sirven para hacer reservas sin color. Es decir que donde pones la guta al final quedará el color natural de la seda. En cambio, las gutas de colores sirven cuando quieras hacer reservas con color. Están mezcladas con pigmento para darles color.